Cronica de una boda anunciada

El día en que se iba a casar, Alberto Castro se levantó a las 3.30 de la mañana para esperar al buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un salón lleno de gente donde estaba toda su familia y amigos y, por un instante, fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo arrepentido de su decisión de casarse. 'Siempre soñaba con eso', me dijo Alejandra Vivanco, su esposa, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato.



(Reescrito de «Crónica de una muerte anunciada» de Gabriel García Márquez ]

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En este blog escribiré una serie de artículos de intereses variados, motivados por los ejercicios de mi curso de fundamentos de la información, pero también escribiré uno que otro articulo de cosas que me gusten a mi o alguna frase que me parezca interesante y espero que les guste.

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